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sábado, 25 de octubre de 2014












PONER LA PRACTICA LA URBANIDAD

Tu hijo necesita conocer y entender las normas de urbanidad, ya que lo ayudarán a desarrollar su autocontrol y le proporcionarán oportunidades para contribuir en la formación de un ambiente de convivencia más agradable para todos. 
Asimismo tiene que aprender a comportarse adecuadamente y a tener buenos modales. Debe acostumbrarse a respetar las normas cívicas y a utilizar el sentido común para saber cómo puede actuar dependiendo del lugar y de las circunstancias. De ese modo su relación con los demás será más apacible.
El niño debe evitar conductas molestas para los demás y aprender a ser discreto y prudente. Debe comportarse cortésmente y con educación, cuidando siempre sus modales y sus palabras. Fomentar la empatía hacia los demás ayudará a tu hijo a comprender que ciertas formas de actuar o de decir las cosas pueden herir los sentimientos del otro.
El valor de cuidar el entorno que comparte con las otras personas debe adquirirse. Él debe conocer y poner en práctica las normas que se establecen para contribuir al cuidado de la ciudad o pueblo donde vive. Ser cívico no sólo es respetar el entorno, sino también cuidarlo.
¿QUÉ HACER?
Mostrá a su hijo que las normas de urbanidad no son iguales en todas partes y que debe adaptarse a ellas. Aprovechá los viajes y las visitas a otras casas para fomentar la observación y el aprendizaje: hay diferentes maneras de saludarse, formas de vestir, etcétera.
Hacé que las ponga en práctica. Enseñá a tu niño a guardar las formas y a tratar con deferencia a los demás. Practicá con él los buenos modales en la calle, en las tiendas, en la mesa, etcétera. Ayudalo a que se acostumbre a utilizar palabras amables para saludar, para despedirse, para pedir un favor y para dar las gracias.
Promové que su hijo se acostumbre a hablar en un tono adecuado y a responder de manera educada. Enseñale actitudes como ceder el paso y el asiento o hablar de usted a las personas mayores. Pedile que responda adecuadamente al teléfono utilizando palabras agradables y un tono de voz moderado.
Hacé que tome conciencia del impacto de sus acciones en el entorno. Para ello, preguntale qué pasaría si todo el mundo hiciese lo mismo: qué pasaría si nadie recogiera los papeles, si todo el mundo gritara, o si pisara las plantas del parque. Debe aprender a prever las consecuencias

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA UBANIDAD

Respetar al otro como un otro: su carácter, su amor propio, sus opiniones, inclinaciones, caprichos, costumbres, etc., aunque las consideremos defectos. El respeto da un paso más que la tolerancia.
Escuchar, más que hablar: descubrir quién es el otro, qué quiere, qué piensa. No dirigirse a él como si fuera una proyección de nosotros. Hablar sin descanso es una descortesía hacia los demás, y además revela cierto egoísmo.
Comprender, antes que juzgar: no odiar al otro ni hablar mal de él ante otros por lo que creemos que son sus defectos. Siempre es mejor preguntarse: ¿qué hace que la persona que nos molesta actúe de la forma en qué lo hace? Así, será más fácil que comprendamos y más difícil que odiemos.
Pensar antes de actuar o de hablar: elegir siempre la mejor oportunidad, no ser imprudente. Evitar palabras molestas, observaciones poco delicadas, descorteses o demasiado personales.
Ser discreto: no hacer preguntas que nos hagan parecer excesivamente curiosos, ni divulgar los secretos que otros nos han confiado. De lo contrario, nos ganaremos que nadie confíe en nosotros.
Adecuar el discurso a los conocimientos del otro: evitar hacer comentarios sobre historia, ciencia, cultura o arte cuando no se conoce el grado de conocimiento de las personas que escuchan. Adecuar el discurso a la situación del otro: percibir cuál es su estado anímico y, según eso, decir lo que sea apropiado.


Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.

PARA QUE SIRVE LA URBANIDAD

¿PARA QUE SIRVE LA URBANIDAD?

Quizás actualmente puedan parecer añejas algunas de las recomendaciones que hiciese el venezolano Manuel Antonio Carreño en su conocido, pero pocas veces leído, “Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres”, como cuando hace referencia al adecuado uso del sombrero. Pese a ello, no cabe duda que en la actualidad, y desde luego en la empresa y en el mundo de los negocios, se requiere cada vez más la pequeña virtud de la urbanidad, que en apariencia es sólo un correcto protocolo.
Digo cada vez más, porque el escenario competitivo en el cual el directivo se desenvuelve hoy, requiere de una civilidad sobresaliente, cuyas buenas costumbres propicien entornos de confianza aptos para hacer negocios como en antaño, cuando la palabra empeñada era valorada inclusive Guardado más que la propia firma de una persona, rúbrica que hoy no es ninguna garantía de real cumplimiento en documentos bancarios o legales.
Aunque la palabra urbanidad en su origen rechaza a lo rural, es posiblemente el campo el tesoro de mucha de la urbanidad que carece el citadino, quien incluso usa peyorativamente el término “huaso” para referirse al incivilizado

NORMAS DE URBANIDAD EN LA VIA

1. No tirar basura en el espacio público.
2. Cuidar el agua.
3. Usar el cinturón de seguridad,
4. Respetar al peatón y los señalamientos viales.
5. No conducir en estado de ebriedad.
6. Cuidar el mobiliario urbano.
7. No pintar ni grafitear lugares públicos y privados.
8. Respetar espacios reservados para personas con discapacidad. No ejercer contra mujeres violencia sexual en el transporte y vía pública.
9. No tirar chicle en el pavimento ni las calles, y
10. Recoger las heces de las mascotas.

REGLAS DE URBANIDAD EN LA CALLE



Cómo andar de forma correcta por la calle.

Una de las costumbres que más vemos diariamente que se ha perdido con mayor rapidez, debido al ajetreado ritmo de vida que llevamos, es circular por nuestra derecha.
Si vamos por nuestra derecha, no será la primera vez que usted se encuentra a otra persona que de forma obstinada viene de frente ocupando la derecha y no cede este lado.
Las normas de buena educación, nos indican que se debe respetar la derecha de los viandantes, con las excepciones que suelen darse para estas y otras ocasiones: personas mayores, discapacitados o con algún tipo de impedimento, señoras, etc.
En el sentido de la marcha, la señora siempre va por el lado interior de la acera, es decir, por el lado más cercano a los edificios y el caballero siempre va por el lado más cercano a la calzada.
  Cómo andar por la calle.
Como siempre suele ocurrir en la reglas de cortesía y buenas maneras, la explicación de esta colocación viene como factor de protección a la señora ante posibles "peligros" o incidencias (salpicaduras de un coche al pisar un charco, por ejemplo).
En el caso de aceras muy estrechas o con obstáculos, donde solo cabe una persona, el que debe bajar de la acera  o esperar a que pase la otra persona, es el peatón que no circula por su derecha.

NORMAS DE COMPORTAMIENTO CON LAS PERSONAS Y EN LA COMUNIDAD.

Las normas de comportamiento con las personas y en la comunidad que me parecen importantes, son las que tienen que ver con:
  • Convivencia. Se debe considerar la tranquilidad de los vecinos y sus derechos, así como consideramos y respetamos a nuestra familia y en nuestra casa, prestando principal atención a no perturbarlos con ruidos molestos, ni con prácticas y juegos escandalosos, ni con peleas , gritos y quejas dentro del hogar que afecten a los vecinos, ni golpear puestas o llamar a las personas a gritos, ya que esto produce incomodidad en las personas, ni tampoco hacer ruido en horas de descanso y durante la noche que perturben el sueño de los vecinos. . Se debe controlar a las mascotas, para que no afecten a los vecinos, evitando que los ruidos emitidos por estos animales molestan a los vecinos, cuando se saquen a pasear se debe tener el control sobre las mascotas para que estas no afecten a los vecinos y también recoger sus desechos y no dejarlos en la vía pública. No se debe hablar mal de los vecinos ni esparcir rumores sobre las personas de nuestra comunidad. Respeta el derecho y orden de llegada y espera para que te atiendan en los sitios de servicio público, no trates de adelantarte a los demás y espera tu turno, y trata de realizar la actividad en corto tiempo. No realizar visitas ni llamadas telefónicas a las horas de comidas, temprano en la mañana que despierte a las personas o tarde en la noche que perturbe su sueño.
  • Ciudadanía. Se deben cuidar los espacios comunes, respetando el derecho de todos a su disfrute, se debe evitar entorpecer el derecho a la libre circulación y evitar traspasar la frontera privada de las viviendas y bienes de los vecinos y si se necesita, pedir permiso y explicar las razones. No arrojar desechos hacia la calle, las viviendas vecinas o las personas. Se debe participar en las actividades de reparación, mantenimiento, cuidado, reciclaje y embellecimiento de los espacios de la comunidad. La diversión y la recreación no deben ser nunca fuente de molestia, incomodidad o conflicto para ninguna otra persona. SE debe respetar y acatar todas las normas de seguridad y reglas de uso de los espacios públicos
  • Solidaridad. Se debe se solidarios y ayudar a los vecinos frente a problemas de la comunidad y situaciones de peligro, considerar a las personas de la comunidad cuando en una familia vecina hay un enfermo grave, se produce una muerte o están pasando por una situación muy grave, controlando al máximo posible cualquier actividad que denote festividad.
  • NORMAS DE URBANIDAD EN EL TRANSPORTE PUBLICO

    Utilizar transporte público es algo tan cotidiano, que la gente le da poca importancia al comportamiento que deben tener en tales casos.

    Desplazarse en esos vehículos, ya sean interdepartamentales o urbanos, a veces se convierte en una tortura por las formas tan poco adecuadas como actúan algunos compañeros de viaje, e incluso los conductores de los vehículos. 

    En el uso del transporte público, precisamente por concurrir personas de tan diversas procedencias y costumbres se debe cuidar especialmente la manera de actuar y expresarse en todo momento. 


    Es preciso tener en cuenta que toda persona merece respeto y también cada uno debe actuar en forma respetuosa con quienes están a su alrededor; ello implica entender que cada uno tiene gustos y necesidades diferentes y que no se puede imponer aquello que responda al antojo o deseo del conductor o de algún pasajero en particular.    


    Con el propósito de ayudar a su reflexión sobre cómo debe aplicar las anteriores consideraciones, a continuación se registran algunos aspectos que deben tener en cuenta: el conductor y los pasajeros:


    El Conductor debe:

        * Entender que su gusto por escuchar cierto tipo de música y con volumen estruendoso no sólo no lo comparte sino que mortifica a la mayoría de los pasajeros que prefieren observar el recorrido o conversar con sus acompañantes y, por supuesto, no deben molestarse si le piden bajar el volumen. 
        * Prestar atención al tipo de música que ponen. Es muy pesado escuchar por períodos largos un solo tipo de música y con seguridad habrá pasajeros a quienes no les gusta el vallenato, las rancheras, o el reguetón, el rap o la charanga;  inclusive a quienes les gusta se pueden cansar. Con certeza la mayoría de los pasajeros se sentirán mejor si no los aturden con música que no les gusta y tampoco un partido de fútbol que sólo le interesa al conductor.
        * Cumplir las normas de tránsito establecidas, especialmente en lo relativo a velocidad, parqueo, al adelantar otros vehículos, etc... A pesar de los mayores controles que hoy se tienen, muchos no las cumplen y generan una alta accidentalidad.
        * Dar tiempo para que las personas se suban y bajen del vehículo, máxime cuando se trata de  personas mayores. 
        * Atender las sugerencias de pasajeros, sin molestarse.


    Los pasajeros también deben hacer su parte y comportase correctamente, por tanto es bueno que tengan en cuenta:

        * Moderar el volumen con que hablan, no es preciso enterar a los demás pasajeros de su conversación.
        * Si el viaje es largo y lo hace en compañía de un menor, considere comprar pasaje para el niño, así no incomoda a los vecinos. Y si no lo hace, cuide de ocupar su espacio sin invadir el de su compañero de silla. 
        * Lleve las maletas en la bodega para no obstruir los pasillos con sus paquetes.
        * Fíjese en la ubicación de la silla que compre pues debe usar la asignada aún cuando no le guste. No insista en ocupar la de otro pasajero porque le parece más cómoda. 
        * Si lleva su propio radio ponga el volumen sólo para usted. 
        * Evite perturbar a los demás pasajeros, especialmente algunos jóvenes a quienes les gusta "recochar" durante el viaje, tales comportamientos incomodan.    
        * No arroje al piso envolturas de alimentos desocupadas o basura.  
        * No escriba ni dañe el tapizado de la silletería.  
        * Si apenas conoce al vecino de viaje, no lo fatigue con tanta conversación. Atienda los mensajes que le envía con la comunicación no verbal, ellos le dirán si al otro le interesa o no charlar.
        * Si le es posible ayudar a alguien que lo necesita, ya sea al bajarse, subirse, ceder el puesto a una persona mayor o enferma, una mujer embarazada, o cualquier otra circunstancia, hágalo con tacto, no sea que la persona se asuste dadas las circunstancias de hoy que hace que la gente esté prevenida. Pregunte si le puede colaborar. 
        Haga que los viajes largos o cortos sean momentos tranquilos y si es posible gratos. Recuerde que la urbanidad y la cortesía son para practicarlas en toda ocasión, inclusive en situaciones tan cotidianas como desplazarse de un lugar a otro.

    NORMAS DE URBANIDAD EN EL HOSPITAL

    El Hospital es un establecimiento asistencial público capacitado para la atención de pacientes pediátricos con enfermedades consideradas de Alta Complejidad.
    Los pacientes internados pueden ser visitados de lunes a sábados de 15:00 a 18:00 horas y los domingos y feriados de 13:00 a 18:00 horas.
    Por razones asistenciales no esta permitido la concurrencia como visitas de niños menores de 12 años.
    Durante el horario de visitas se recomienda la permanencia de no más de 3 personas por paciente. En las áreas de Cuidados Intensivos no está permitido el ingreso de visitas al ámbito de la internación ni a la sala de padres respectiva.
    Durante la permanencia en el Hospital las visitas deberán observar las normas de urbanidad y convivencia.
    El Hospital cuenta con un Servicio de Vigilancia para la seguridad interna, que a los efectos de proteger personas y bienes podrá realizar los controles pertinentes así como asegurar el cumplimiento del horario de visitas y el resto de las normas del Hospital.

    NORMAS DE URBANIDAD EN EL CINE

    Las salas de cines y las buenas maneras.

    Los espacios públicos, como las salas de cine, pueden ser lugares donde se pueden dar conflictos debido al mal comportamiento de algunas personas. Hay que respetar ciertas normas básicas de educación para evitar cualquier tipo de conflicto o molestia, así como respetar la normativa de cada sala.
    1. El teléfono móvil apagado. No hay mayor distracción que el sonido de un móvil en mitad de una película, y mucho peor, que se conteste a una llamada, o se charle dentro de la sala. Si se le ha olvidado encendido, o bien lo apaga inmediatamente, o bien sale de la sala lo más rápidamente posible. Si espera una llamada urgente póngalo en modo silencioso o vibrador, para que no pueda escucharse en la sala.
    2. Alimentos. Lo mejor sería no comer nada dentro de la sala. De hecho en muchos lugares, solía estar prohibido, hasta que hicieron su aparición las cadenas de venta de palomitas y chucherías. Si opta por meter en la sala cosas de comer, hay que procurar que no hagan ruido, que no despidan olores fuertes y que no sean engorrosas de comer. Por su bien y por el del resto de espectadores.
    3. Silencio. Hay que permanecer en silencio durante toda la proyección; no hay nada más incómodo y molesto que los grupitos de gente o parejas, que comentan a cada rato la película, el vestuario de los actores, las escenas de acción, etc. Eso lo debe dejar para comentar a la salida, cuando termine la proyección.
    4. Ocupe su sitio. Cada butaca ocupa un espacio determinado que debe respetar. Cuidado con estirar los pies, pudiendo hacer tropezar a la gente, ocupar con sus codos y brazos los espacios de sus compañeros de asiento y poner algo debajo de su asiento, por ejemplo el abrigo, molestando a la persona o personas que se encuentran en la fila anterior a la suya (las personas que están detrás de usted). Tampoco trate de ocupar un asiento que no le corresponde. Puede que en un principio esté vacío, pero una vez que ha comenzado la proyección puede presentarse la persona que tiene la entrada con ese número de butaca y "empieza el baile".
    5. Entrar y salir. Si tiene que salir por una llamada urgente, porque tiene que ir al baño, o por alguna razón excepcional, hágalo de la forma más discreta y prudente posible, tratando de molestar lo menos posible. Si lo tiene que hacer muy a menudo, es mejor que deje para otro día el visionado de la película, o bien puede situarse en las últimas filas de la sala -o en la primera butaca de la fila, pegada al pasillo-, para no molestar a nadie, en estas idas y venidas.
    6. Niños. Si acude con menores al cine, manténgalos en silencio y quietos. Si no puede controlarlos, es mejor que no los lleve al cine, el resto de espectadores no tienen porque soportar los malos comportamientos de niños revoltosos o maleducados.
    7. Conflictos. Si tiene cualquier problema, y no lo puede solucionar de forma razonable, no arme una bronca por su cuenta. Avise al acomodador o encargado de la sala y expóngale su problema. Él deberá ser quien se encargue de resolver ese conflicto.
    8. Propinas. Aunque en la mayoría de las salas comerciales y multicines esta figura ya no existe, hay cines de pequeñas localidades que aún conservan la figura del acomodador. Si le parece oportuno, puede darle una pequeña propina después de haberle acompañado hasta su asiento.
    Una sala de cine es un lugar para estar callado desde que empieza la película hasta que termina. Respeto puede ser la palabra que mejor resume la forma de no molestar a los demás espectadores de ninguna de las maneras anteriormente expuestas.

    NORMAS DE URBANIDAD EN LA CASA

    1.- Aunque estemos en casa, es decir en nuestro domicilio, procuraremos estar debidamente aseados y vestidos.

    * Cuando alguna persona llegue a vernos, procuraremos recibirla en las condiciones anteriormente citadas.

    * En hoteles u hospedados en casa ajena, observaremos estas normas de aseo personal y vestimenta en mayor medida.

    * No es una descortesía, recibir a alguien con la cabeza cubierta, siendo la única escusa valida la enfermedad que lo exija.

    EN PUBLICO.-

    1.- No debemos quedarnos mirando descaradamente a las personas que pasen o estén a nuestro lado, ni a las que estén en balcones o ventanas.

    * No nos detendremos nunca a curiosear, delante de balcón, ventana o puerta abierta, con objeto de curiosear lo que dentro hay u ocurre.

    * En publico nunca hablaremos alto y si en el tono adecuado o preciso.

    * No se debe pasar entre personas que se han detenido ha hablar y cuando por estrechez o cualquier otra causa nos veamos obligados a hacerlo, pediremos permiso, esperando la autorización antes de ejercer la acción.

    * Cuando seamos nosotros los que nos detengamos a conversar con alguien, procuraremos hacerlo de forma que no impidamos el tránsito de otras personas y cuando las circunstancias nos lo impidan, siempre que veamos acercarse a alguien le dejaremos espacio para pasar, sin que ella lo solicite.

    * Si la acera fuese estrecha, se dejara a las personas mayores, señoras y niños de corta edad, en general a quien lleve la derecha.

    * Todo saludo deberá ser atentamente devuelto, y cuando se acompañe a alguna persona, bien por su edad o respeto debido, se le dejará siempre el lugar de la acera y si el paseo no la tuviese o esta fuera amplia, nos colocaremos a su izquierda.

    * Si en el paseo interviniesen mas de dos personas, la de mas categoría ocupara el centro.

    * Si la persona que fuese con nosotros se detuviese, para hablar con una tercera, nos apartaremos discretamente a una distancia regular, para no escuchar su conversación.

    * En lugares cerrados, espectáculos, lugares de culto religioso, etc., no debe mirarse detenidamente a alguien y una vez comenzado el acto, no se debe hablar y como saludo únicamente haremos un gesto con la cabeza y esto siempre que no se encuentre muy lejos la persona a quien va dirigido.

    * Siempre que asistamos a un acto publico, procuraremos sentarnos antes de que de comienzo, para no molestar a los demás después.

    * En un espectáculo artístico, guardaremos silencio durante la representación del mismo, demostrando nuestro agrado únicamente con aplausos, y absteniéndonos de silbar o abuchear, en le caso de desagrado, pues basta con el frío silencio de la indiferencia.

    * Cuando en una cafetería, restaurante, etc., tengamos intención de pagar, procuraremos hacerlo de forma disimulada, a fin de evitar, que crean que solo hemos querido hacer un alarde de generosidad o vistosidad.

    * Las visitas a nuestras amistades deben de ser regulares y pues la falta, puede ocasionar la perdida de las mismas, de la misma forma que hacer vistas con demasiada frecuencia pudeocasionar, que se conviertan en inoportunas e indeseadas.

    * Las presentación de nuestros conocidos a otras personas deben de ser prudentes, pues este acto conlleva, nuestra garantía en favor de los presentados, respondiendo, al menos de que son dignos de nuestra amistad o favores que les procuramos.

    * Las visitas a los enfermos y las de pésame, deben de ser cortas.

    * Si al llegar a ver a una persona, notásemos que se dispone a salir, nos despediremos inmediatamente.

    * Si estando de vista, llegase otra persona, nos despediremos a los pocos minutos.

    NORMAS DE URBANIDAD EN LA IGLESIA

    En la Iglesia:
    Prohibidos chicles, comidas y bebidas.
    Vestir decorosamente. Evitar escotes y vestidos provocativos; evitar jeans, pantalones apretados, shorts, camisetas.
    Mantener el teléfono (mobil) apagado. Nunca utilizarlo en la iglesia.
    Persignarse con agua bendita al entrar. Nos recuerda nuestro bautismo y borra los pecados veniales
    Hacer genuflexión ante el sagrario (tocar el suelo con la rodilla derecha)
    Guardar silencio por respeto, para facilitar el recogimiento y la oración. Evite conversaciones y cualquier distracción.


    En la misa:
    Saber cuándo sentarse, arrodillarse y pararse.
    Participar en las oraciones y los cantos.
    Cuidar de no hacer ruido con los reclinatorios al levantarlos y bajarlos.
    Sentarse con postura decorosa. No acostarse en los bancos.
    Enseñar a los niños a comportarse. No correr por la Iglesia
    Para comulgar:
    Es necesario practicar la fe católica y estar en gracia de Dios para ir a comulgar.
    Respetar la hora del ayuno.
    En la fila estar recogidos en oración y no andar saludando.

    NORMAS DE URBANIDAD EN LA CALLE

    COMO COMPORTARNOS EN LA CALLE 
    - Es muy mala costumbre fijar detenidamente la vista, en las personas que transitan como también volver la cara para mirar a las personas que ya hayan pasado. 
    - Si tienes que conversar procura no hacerlo en alta voz ya que esto incomoda al resto de transeúntes. 
    - Jamás pasemos entre personas que estén conversando, si esto fuese necesario diríamos con respeto PERMISO. 
    - No destruyas jardines, puertas, paredes, etc.; ya que esto demuestra tu cultura y educación. 
    - No escupas en la calle ni en aceras. 
    - Sé decente en tu modo de hablar, vestir y caminar ya que esto señala tu respeto y limpieza. 
    - Seamos amables ayudando a minusválidos, ciegos y ancianos ya que estos necesitan de nuestra ayuda. 
    - No tires papeles, cascaras de frutas; ya que por ejemplo la cascara de plátano ocasiona severas desgracias. 
    - Sé educado en lugares públicos y en espectáculo no silbes y no grites. 
    - En juegos deportivos seamos cultos y no emitamos rumores de los jugadores e insultos al otro equipo. 
    - Con las damas y nuestros mayores seamos respetuosos en la conversación.

    NORMAS DE URBANIDAD EN EL COLEGIO

    Sabemos que atravesamos por una crisis de valores, muchos de los alumnos no se comportan con propiedad dentro y fuera de las aulas creando conflictos que a la larga contribuyen en problemas de aprendizaje.
    Es por ello que se busca que, después de realizar algunas actividades, el alumno conozca y ponga en práctica algunas de las normas de urbanidad, dándose cuenta de su importancia.


    Las REGLAS DE URBANIDAD son una serie de pautas de comportamiento que se deben cumplir y acatar para lograr una mejor relación con las personas con las que convivimos y nos relacionamos.



                                          *REGLAS DE URBANIDAD EN LA ESCUELA

            1.       Saludas al entrar al salón de clases.
            2.       Pides permiso al entrar al salón de clases.
            3.       Levantas la mano para pedir la palabra.
            4.       Pides las cosas por favor.
            5.       Das las gracias cuando algo lo amerita.
            6.       Evitas gritar en el salón de clases.
            7.       Evitas pelear con tus compañeros.
            8.       Si por accidente avientas a alguien, le das una disculpa.   
            9.       Conservas y contribuyes a que esté limpio el salón de clases.
            10.   Si no hay más asientos en mi salón de clases le cedes el tuyo
      a alguna niña o a alguna persona mayor.
           11.   Escuchas con atención cuando alguien, ya sea alumno(a) o
      Maestro (a) está hablando, dando una opinión, exponiendo
      una clase, etc.
           12.   Evitas poner apodos y llamas a tus compañeros  por su nombre.
           13.   Evitas burlarte de los demás.
           14.   Evitas decir groserías.
           15.   Eres amable con tus compañeros y maestros. 
           16.   Asistes aseado a la escuela.
           17.   Te cubres la boca y/o nariz  al bostezar,estornudar, repetir o al toser.
           18.   Evitas picarte la nariz en público.
           19.   Pones tu celular en silencio cuando entras al salón de clases, evitando
     interrumpir clase.
    20.   Si traes gorra te la quitas dentro del salón de clases.
       

    Tal vez a muchas de ellas le habrás puesto RARAMENTE O A VECES, la mala práctica de éstas trae como consecuencia que los alumnos presenten mal comportamiento que puede repercutir en su relación con los demás compañeros.

    Importancia

    1. Es claro, pues, que sin la observancia de estas reglas, más o menos perfectas, según el grado de civilización de cada país, los hombres no podrían inspirarse ninguna especie de amor ni estimación; no habría medio de cultivar la sociabilidad, que es el principio de la conservación y progreso de los pueblos; y la existencia de toda sociedad bien ordenada vendría por consiguiente a ser de todo punto imposible.
    2. Por medio de un atento estudio de las reglas de la urbanidad, y por el contacto con las personas cultas y bien educadas, llegamos a adquirir lo que especialmente se llama buenas maneras, revelando la suavidad de las costumbres y la cultura del entendimiento.
    3. Pero es tal el atractivo de la cortesía, y son tantas las conveniencias que de ella resultan a la sociedad, que nos sentimos siempre más dispuestos a tolerar la fatigante conducta del hombre excesivamente ceremonioso, que los desmanes del hombre incivil, y sus indiscreciones y desaciertos.
    Estas referencias a la urbanidad sirven de base para reflexionar sobre la naturaleza de los fines de la zonificación, fines que en última instancia buscan un contexto también de comportamientos con urbanidad que implican que:
    • El urbanismo tiene el objetivo de lograr entornos gratificantes y efectivamente útiles.
    • Estos logros presuponen reglas de urbanidad aceptadas por la comunidad.
    • Estos entornos se valoran con la dignidad, el decoro y la elegancia de sus ciudadanos.
    • El urbanismo con estos parámetros busca en última instancia que los individuos sean buenos ciudadanos, que es el servicio a los demás en la familia y sociedad, esto implica la práctica de la virtud.

    El concepto de Urbanidad

    Es usual encontrar expresiones que ponderan un mágico “genuino talento” arquitectónico como factor fundamental y decisivo para alcanzar la excelencia urbana, y expresiones como “que la forma garantice un orden visual amable y armonioso” y sobre la “formalidad urbana” asignándole un rol misterioso. Todas son expresiones en principio ilógicas, y que  en realidad demuestran que están totalmente descontextuadas, son  ignorantes de la realidad del urbanismo y corresponden a visiones sesgadas y elitistas.
    Frente a esto considero conveniente tratar el tema del urbanismo y de la urbanidad.
    El urbanismo se define como el arte, ciencia y técnica, del desarrollo de los asentamientos humanos[[1]]. Trata del conjunto de normas y medidas legales que permitan al gobierno municipal controlar la asignación y el uso de la tierra en la ciudad. (Varios tipos de planes urbanísticos se han desarrollado para este propósito: anteproyecto, plan de uso de la tierra, etc.)[[2]] Esto desde su inicio implica un contexto político.
    Sin embargo el urbanismo no es sólo técnico, también está estrechamente vinculado con el comportamiento de los individuos en sociedad, tiene un componente ético [[3]]. El urbanismo busca también que los comportamientos de los ciudadanos en general se den  con urbanidad en todos los espacios de la ciudad y que estos estén diseñados para promoverlos .
    Esta tesis implica una crítica al positivismo en el diseño de la forma urbana, a la especialización de actividades, al empobrecimiento del cotidiano, y es particularmente oportuna en cuanto el consumo masificado y la economía global fuerzan la privatización y reificación del espacio público. Siendo el espacio una construcción social, la cuestión de la ciudadanía se pone al nivel de la propiedad/apropiación del espacio público, como extensión del derecho a la ciudad, a la urbanidad [[5]].
    En este contexto compartimos que la enajenación de la experiencia en la sociedad moderna, la pérdida del valor de la vida cotidiana (de los valores materiales y de los valores culturales aparentemente insignificantes), se expresa en la ciudad. Esto implica que la “producción del espacio” como realidad cultural, una construcción, no preexistente, es producto y no envase, por lo que el espacio es social y también ideológico [[6]].
    Complementariamente la política urbana, incluye la promoción de la “gobernancia urbana”, que exige no  solamente la regulación de los intereses, sino, también, el espacio público, en los términos de Rawls: la justicia en el acceso a los “bienes esenciales” y en los de Habermas: los “derechos fundamentales”, lo que implica el ejercicio de la democracia, plural y participativa[[7]]. Borja explica este “derecho a la ciudad”, en un abanico de nuevos derechos urbanos, en una relación entre la democracia urbana y la calidad del espacio público[[8]].
    Estos referentes son base para sostener que los comportamientos de los individuos en la ciudad son fundamentales en esta tesis en la que consideramos que la urbanidad es un componente fundamental del urbanismo.
    En este contexto considero útil revisar el concepto de urbanidad:
    1. Llámase urbanidad al conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras, y para manifestar a los demás 1a benevolencia, atención y respeto que les son debidos. La urbanidad se refiere al comportamiento que demuestra respeto y buena educación, a la corrección y cortesía en el trato con los demás.
    1. La urbanidad está asociada con el civismo. Etimológicamente la palabra cívico viene del latín “Civis” que significa Ciudadano. El civismo se refiere a las pautas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad.
    2. El civismo se basa en el respeto hacia el prójimo, el entorno natural y los objetos públicos; buena educación, urbanidad y cortesía. El uso del término civismo tuvo su origen en la Revolución francesa e inicialmente, aparece unido a la secularización de la vida que esta supuso.
    3. El civismo se puede entender como la capacidad de saber vivir en sociedad respetando y teniendo consideración al resto de individuos que componen la misma, siguiendo unas normas de conducta y de educación, que varían según la cultura del colectivo en cuestión.
    4. El civismo es el comportamiento propio o característico de los ciudadanos a través del cual podemos demostrar respeto por los derechos no solo de los demás, sino y más importante aún, de nosotros mismos. Civismo no es otra cosa que el conjunto de cualidades que nos permiten a los ciudadanos convivir pacíficamente en comunidad.
    5. Todas las teorías de la filosofía política contemporánea coinciden en mostrar como un aspecto básico que: El ciudadano debe hacerse cargo de su papel, de sus funciones y de sus obligaciones con la comunidad de la cual hace parte. Tanto el  Comunitarismo como el Republicanismo, dos de las teorías más importantes de la filosofía política, propugnan por recuperar el modelo griego de la polis, el de una sociedad más comunitaria.
    6. Ambas teorías exigen que los ciudadanos estén dispuestos a adquirir las virtudes o las cualidades necesarias para comportarse como buenos ciudadanos.
    7. Para Aristóteles, las virtudes eran el eje de la ética y de la política. Aristóteles solía definir al hombre como “un animal político”,  para él la esencia y la finalidad única de los humanos era convertirse en un buen ciudadano de la Polis. Entre las virtudes que Aristóteles describe para lograr ser un buen ciudadano se destacan cuatro: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza [[9]].
    8. El Civismo contiene los parámetros mínimos a los que debería circunscribirse todo ciudadano, lo cual es indispensable porque sin parámetros comunes y compartidos no funciona ningún orden social ni ningún modelo político o de gobierno. El civismo es la ética mínima del ciudadano. Es una ética mínima porque tiene que poder ser aceptada por todos, con independencia de las creencias religiosas o de las costumbres y tradiciones de cada uno.
    9. Las reglas de la urbanidad asociadas al civismo no se encuentran ni pueden encontrarse en los códigos ni en las leyes; y sin embargo, no podría conservarse ninguna sociedad en que estas reglas fuesen absolutamente desconocidas. Ellas nos enseñan:
    • a ser metódicos y exactos en el cumplimiento de nuestros deberes sociales;
    • a dirigir nuestra conducta de manera que a nadie causemos mortificación o disgusto;
    • a tolerar los caprichos y debilidades de los hombres;
    • a ser atentos, afables y complacientes, sacrificando, cada vez que sea necesario y posible, nuestros gustos y comodidades a los ajenos gustos y comodidades;
    • a tener limpieza y compostura en nuestras personas, para fomentar nuestra propia estimación y merecer la de los demás;
    • a adquirir, en suma, aquel tacto fino y delicado que nos hace capaces de apreciar en sociedad todas las circunstancias y proceder con arreglo a lo que cada una exige.